Por lo general, se recomienda reemplazar los revestimientos de los frenos cuando los revestimientos de los frenos se han desgastado hasta cierto grosor o nivel. Este nivel puede variar según el tipo de vehículo y el tipo de sistema de frenos que tenga.

Generalmente, se recomienda reemplazar las pastillas de freno cuando se han desgastado hasta unos 2-3 milímetros de espesor. Sin embargo, siempre es mejor consultar el manual del propietario de su vehículo o un mecánico certificado para determinar las recomendaciones específicas para su vehículo.

Además, es importante prestar atención a los signos de desgaste de las pastillas de freno, como chirridos o chirridos al frenar, rendimiento de frenado reducido o una distancia de frenado más larga. Si experimenta alguno de estos signos, es importante que inspeccione sus frenos lo antes posible para determinar si es necesario reemplazar las pastillas de freno.